lunes, enero 23, 2017

Solo dejaré de amarte el día que un pintor, pueda dibujar sobre su tela, el sonido de una lagrima al caer.

"Por casi una hora me quedé acostado boca abajo y luego al revés. En todo ese tiempo, Nadia me propuso relajarme. Bajó las luces. Sacó una pomada o gel y me lo esparció en la espalda y luego el pecho. Me masajeó lentamente, con total serenidad. Sin apurarse, ni precipitarse.
-Después de tanta actividad física, un buen relajante.-me decía.
Casi estaba dormido, entré en un estado de semiinconsciencia, ni en un lado ni el otro.
Mientras tanto, me hablaba. Pero no me dejaba decir nada. En un momento quise comentar y me puso un dedo en los labios para que guardara silencio.
-Vos sos de esas personas que se les nota en la cara lo que les pasa por dentro. Tenés algo que te angustia. Ssshhh. No, no hables. Solo escuchá mi voz, dejá que te lleve a la completa relajación con ella y la ayuda de mis manos. Para lograr esto, tenía que agotarte, que esto no te excitara en vez de relajarte. Y eso en vos no es fácil de impedir. Sos muy pasional, pero apaciguado..."

Cap. 10 "Corazones rotos, heridas abiertas y mentiras reveladas.", Concerto Grosso.

Fantasías pervertidas de ayer y hoy presentó...

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