sábado, julio 21, 2012

Llegando a la zona de sombras, tercera parte.


Tercera parte del relato del Medievo, entre Sibila Tenebris y Sathanas, preludio a la saga de Sharra, la maldita:

"Ella accedía al trato, eso me complacía sobremanera. Nada hubiera sido más molesto que un histeriqueo de duda. Ella sabía lo que quería y yo también, deseaba su carne. Pero mientra no tuviera un cuerpo, solo podía tocarla en espiritu.
Seguí "acariciando" su esbelto cuerpo, sus pechos turgentes. Toda ella era tan deseable.
-No debes preocuparte por eso. Para cuando terminemos esto, tendrás el máximo poder al que podrías acceder, por lo menos hasta que te enfrentes con ella. En ese instante tendrás el poder para contener y doblegar a la "Maldita". Tu hermana ya ha sido dominada por ella, pero solo tu tienes el poder para vencer.-
Besé su cuello, a cada pausa. Seguí bajando nuevamente, para detenerme en la unión de los pechos. Ella gemía deliciosamente, sus sentidos en este plano estaban amplificados.
-Ya tienes mucho poder, yo te daré lo que falta. Eres más fuerte de lo que piensas y muy capaz A cambio de eso, solo debes entregarte a mi, dejarme unir a ti en este plano. ¿Que dices a eso? ¿Te parece un precio demasiado alto?-
Como para que no se arrepintiera en el último segundo rocé con mis dedos por su espalda y besé un hombro. La deseaba, con ansia. Quería sentir su carne, pero por ahora, otra cuestión era requerida.
Satán
Soy Astaroth, soy Belial, soy Lucifer. Soy tu hombre, soy tu chulo, lo que quieras tu."

"Las palabras de la voz llegaban a mi pero carecían de significado, todo mi cuerpo hervía y deseaba mas.
Gemí bajo su influjo, me pedía que aceptara_ Si, quiero...Pero quiero tu nombre_Dije gimoteando por sus caricias, el calor pegajoso y su respiración...
Mordí su piel, su sabor lleno mi boca. Descubrí que era tan sensible como yo, quería que me enseñara cosas, quería aprender...
El no era un hombre común, eso era lo que mas me gustaba.
Sibila Tenebris.
Benditos aquellos que usan el poder de la locura, no son consumidos por ella..."

"Ignoré su pedido completamente. Concentrandome en el valle de sus pechos para hacerla olvidar de su idea. Seguí besando esa zona hasta que me tomó del rostro y buscó mis labios. Su beso fue de desesperación, parecía como si con el saciara una sed que no calma ningún tipo de bebida. Ella lo sintió una conquista. Era un río caudaloso que surgía sin freno ni cauce, explorando cada rincón donde pudiera filtrarse. Volví sobre sus pechos, besando cada ladera, ella abrió las piernas un poco más y enredó sus dedos en mi cabello. Manojos de caricias que luego bajaron hasta mi cuello y se detuvieron sobre mis hombros. Se quitó la mata escarlata de un hombro, dejandolo descubierto, yendo yo el deseoso de morderlo.
La sacerdotisa leroni era un convulsivo cuerpo que requería de atención. Virginal, pero apasionadamente deseosa. Que gusto que no fueran como las de otros reinos, sacerdotisas virgenes por falta de otras oportunidades.
Con mis dedos arranqué la prenda que sujetaba sus pechos y la rompí hasta ver todo su cuerpo. Ella gimoteó de la sorpresa y cubrió su desnudez. No iba a seguir adelante si no le daba lo que quería. Mi nombre, mi identidad. Como si eso fuera a darle poder sobre mi! Ilusa! Con un gesto mío su falda había dejado de estar allí. Sujetó mi cuerpo con sus muslos como una pinza y me dejó allí, sólo un momento. La tomé de las rodillas, liberándome. Presión sobre el centro de su monte de venus. No estaba dispuesta a dar todo sin premio, más de lo que ya ofrecí. Era un tanto insaciable mi bella flor malvada. Bien, eso se sentía mejor.
-Podría citarte muchos de los antiguos nombres, pero muchos me conocen como "el adversario". Supongo que esa referencia para una tarana, que no profesa la fe cristiana, no significa nada.-
Satán
Soy Astaroth, soy Belial, soy Lucifer. Soy tu hombre, soy tu chulo, lo que quieras tu."

"Sus caricias hacían que perdiera el control, todo en la habitación se volvía borroso, la ilusión creada se desasía bajo las olas de mi poder desatado.
Arañe su espalda para apurar lo que sea, mi cuerpo pedía algo con urgencia. Abrí las piernas y abrace su cintura, no se me iba a escapar...
_El adversario...Por mi esta bien_Dije casi ronroneando en su oído.
Sibila Tenebris
Benditos aquellos que usan el poder de la locura, no son consumidos por ella..."


El próximo capitulo será el desenlace de este relato erótico del Medievo.
Fantasias pervertidas de ayer y hoy presentó...

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