jueves, septiembre 22, 2011

La partida al reino oscuro.

Epílogo a la historia de Dollche e Ichinén, iniciando con el Emperador:

"El sol ya estaba en lo más alto, cuando Dolche y yo salimos al exterior de la ciudadela, su caballo se agitaba inquieto. Tal vez, debido a que estaba más acostumbrado a vivir en penumbras. El hermoso día no podía entibiar el hielo en mi corazón. La sensación de final que se permeaba en esa situación se me hacía insoportable. No desesaba que se fuera tan pronto, pero tampoco quería retenerla más. Solo nos haría mal a los dos. Palmeé levemente al animal, mientras miraba los ojos de Dolche, tristes y cansados. Ella evitaba mirarme directamente, algo que entendía perfectamente. En cambio, yo no deseaba apartar mi vista, quería grabar cada segundo en mi mente, de estos instantes finales con ella. El caballo que me habían preparado para acompañarla fue traido en ese instante. Monté sin decir nada.
Ella me miró como esperando que no quisiera alargar el asunto más de lo debido. Ni siquiera le dije algo. ¿No esperaría que la dejara ir sola? Aunque apenas cruzando las frontera estuviera en sus tierras.
Estuvimos en silencio todo el camino. Un par de horas y llegamos hasta el punto en que entraríamos en Antumbra. Frené mi corcel y miré a la distancia. Más allá de las montañas, se encontraba el reino oscuro, su hogar.
-Hasta aquí llego yo, mi escolta termina en este punto.-
Ella no dijo nada, por lo que me sentí obligado a decir algo yo.
-Lo que dije antes sigue siendo verdad. Te deseo la mejor de las existencias, que encuentres alguien que pueda amarte. Cuida bien de tu hijo, me alegra que eso te haya hecho tan bien, se nota. Como también lo importante que es para vos. Algún día, me gustaría conocerlo. Espero que la próxima vez que nos veamos sea en mejores condiciones y no por asuntos irresueltos o por guerras.-
Dai Ichinén, emperador de Mitjaval y Azalays.
Ichinén significa "determinación certera", así es la personalidad del Emperador."


La respuesta de Dollche:
"Miré la frontera, anhelaba llegar a mi hogar y poder dejar de tener esa sensación de pérdida que llenaba mi ser.
Cabalgamos en silencio trataba de no mirarlo, me hacía que deseara sus besos y su abrazo.
_Yo también deseo que puedas ser feliz, encontrar una compañera digna y fuerte_Dije sonriendo con tristeza.
Llegando a la frontera, miré sus ojos y acerqué mi caballo hasta que quedamos enfrentados_Por el bien de los dos, olvídate de mi y trata de ser feliz_ Dije dándole un fugaz beso, salí al galope internándome en Antumbra. No miré atrás, no podía. Atrás está el hombre que había amado hasta la desesperación, padre de mi querido hijo. Atrás estaba la causa de mis lagrimas, suspiré pesadamente y seguí mi carrera
Dante mi pequeño...Ya llega mamá.
Markesa Dollche Giska, Regente de Bestiaria y Fantasmagoria"


Respuesta final de Ichinén, aunque la historia continúa, el relato entre ellos dos termina en este punto:
"La observé irse, mientras una parte de mi gritaba en mi interior por alcanzarla y buscarla. Pero no lo haría, no podía. Por el bien de ella y por el mío, no debía. Teniamos que dejar de sufrir esta relación imposible de llevar adelante. Otra vez, se me requería hacer lo necesario, no lo que deseaba. Pensé que "otro" último beso solo alargaría la tortura, cuando ella me lo dio, solo atiné a responderle apresuradamente.
-Adios Dolche, mis saludos más afectuosos para Enrika y el pequeño Dante.-
Ella cabalgó rapidamente, sin mirar atrás. Deseé con toda el alma que se volviera a mirarme, mientras yo me quedaba allí. Nunca lo hizo. ¿Para que? No tenía sentido. La vi perderse en la lejanía, en las sombras del reino oscuro, el horizonte se tragaba mi amor. Seguía vigilante su camino, expectante. Cuando no se vio ni un punto distante, miré en derredor. Me pareció que el mundo había perdido todo color vivo y luminosidad al irse ella. Todo se me hacía apagado y sin fuerza. Volví mi caballo en dirección a la fortaleza. Apesadumbrado y con fuerte congoja. Sentí rodar una lagrima impertinente. Me la sequé con incomprensión, recién me daba cuenta que estaba llorando esa única gota. Me fui odiando al destino, en todo el regreso al Krak, pensando para mis adentros.
Lo hecho, era en bien de los dos y del Imperio. Que asco me daba todo. ¿Porque señor, otra vez tuve que sacrificar lo que yo deseo por el bien del mundo? ¿Por el de Dolche lo hice? ¿Por el mio? Pensé que Dios me lanzaría un rayo desde lo alto, para castigarme por mi impertinencia, pero él seguro tenía otros planes para mi. Solo me gustaría saber que mi felicidad también entra en esos planes. El ideal del guerrero solitario me había aburrido tanto como los discursos de un sumo prelado.
Miré atrás por última vez, antes de dar la vuelta a una loma, para ver la frontera con Antumbra. Espoleé el caballo para adelante. El pasado dolía. Pero delante, el enigma del futuro me esperaba.
Dai Ichinén, emperador de Mitjaval y Azalays.
Ichinén significa "determinación certera", así es la personalidad del Emperador."

Fantasias pervertidas de ayer y hoy presentó...

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