domingo, septiembre 18, 2005

En los andes cae la nieve, en la pampa crece el ombu, y en la zanja de tu cuerpo toma agua mi ñandú.


Dormía después de la noche de sexo salvaje que habíamos tenido, bueno que estábamos teniendo. Me despertó el frío y la vi acostada de espaldas, descubrí que había un lugar muy alto de mi cuerpo que no estaba precisamente frío. Me acosté sobre ella y la penetre por detrás mientras dormía. Despertó entre mis embestidas, deliciosamente se sorprendió ante el modo de salir del sueño. Cuando estuvo más despabilada, la puse de costado sin salirme. Pero para ponerla de frente, un poco más tarde, tuve que hacerlo. Con sus piernas cerca de mis hombros, golpee fuertemente y me desplome sobre su cuerpo, con un gruñido de satisfacción. Hubiera deseado estar dentro suyo para saber como es que te despierten de esa manera. Bueno, de hecho, lo hice.
Fantasias pervertidas de ayer y hoy presento...

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