sábado, agosto 18, 2012

El sexo es como jugar al truco: si usted no tiene un buen compañero es mejor tener una buena mano.

Extracto del libro de Jim Powell, Derrida para principiantes, hablando comparativamente sobre Rousseau:

"Rousseau señala también que el "vicio secreto", la masturbación, es un suplemento peligroso, dado que sustituye a la presencia normal y natural de la experiencia erótica con la amante, o le agrega un placer perverso, solitario y debilitador. Quien se masturba imagina fantasias con bellezas ausentes, sustituyendo con ellas el objeto real.
Tanto el sexo como la masturabación, continúa Rousseau, tal vez sean solo un sustituto de la madre adoptiva, el objeto de deseo originario. Por ello, quien se masturba, quien fantasea, emprende una busqueda sin fin, ya que sus fantasias e incluso sus amantes nunca pueden reemplazar la presencia viva que disfrutó con su madre adoptiva."


Ni tengo que decir que basta ver por encima para ver que Rousseau era medio desviado en estos temas. Salta a la vista que era un onanista rematado.
Rebato sus postulados. La realidad supera a la fantasia, ya que en el mismo libro se menciona como el propio Rousseau admite que no tuvo ni mucha experiencia ni demasiados apasionados, nada que superara sus fantasias. Claro, este es el error del empirismo. Pensar que la propia experiencia es la única, falacia total. El francés, no entendió el placer, a diferencia de su compatriota más actual, Foucault. El placer de tocar y ver, y oler y sentir. La realidad de la situación in situ, supera a cualquier imaginación. Nietzsche diría que esta es la diferencia entre los que saben y los que esperan, o algo similar.

Fantasias pervertidas de ayer y hoy presentó...