martes, julio 24, 2012

Llegando a la zona de sombras, cuarta parte.

Cuarta y última parte del relato del RPG Medievo entre Sibila Tenebris y Sathanás:

"Ella tomaba la iniciativa y me apretaba con sus piernas. Al acceder, tuve completamente el permiso para lanzarme sobre su delicado cuerpo. Me recliné sobre uno de sus pechos para besarla y tomarlo con mis labios. Me recosté sobre ella, frotando un cuerpo contra el otro. Ella sintió mi cercanía. Temblo en una explosiva convulsión al sentir mi contacto. El ambiente se desvaneció, la ilusión desapareció completamente. Solo estabamos nosotros. Se agitó al notar mi calor furioso. Temblaba de placer, llevandose las palmas de las manos a los ojos y alzando los codos hacía mi. Le aparté sus brazos para besarla. Los recostó un segundo, dejandome hacer. Besé el cuello, recorriendo cada centimetro. Su mano en mi cintura, me deleitaba. Le apoyé la mía para que juntos marcaramos el ritmo de como encender el fuego del infierno, el que estabamos desatando. Todo era energía, nada era realidad. El chasquido de nuestro labios se mezclaba con las ondas moviendose alrededor. Ella gemía entrecortadamente, intercalando suspiros y aspiraciones enérgicas. Me indicaba donde tenía más sensibilidad. Mi poder le creaba la ilusión de ser acariciada. Me removí sobre mi hermosa flor y mordí sus labios, rugiendo de pasión.
-Las leronis no conocen esto, no a este nivel. Te prohibiste a vos misma sentirlo en la realidad. ¿No es cierto?-
Satán
Soy Astaroth, soy Belial, soy Lucifer. Soy tu hombre, soy tu chulo, lo que quieras tu."

"_Cállate de una vez y dame lo que quiero!_Grite furiosa, había perdido la paciencia y el miedo. De un golpe me subí encima de el.
Mordí su cuello imitando a un vampiro, criatura odiada por mi pueblo, solo quería hacerle daño, lastimarlo, mi victima...Aunque en mi mente decía que era al revés.
Sentí su sorpresa, sonreía como un desquiciado. No sabia que esperar de este ser pero debía ser rápido si la maldita estaba suelta todos corríamos riesgo.
Sibila Tenebris.
Benditos aquellos que usan el poder de la locura, no son consumidos por ella..."

"La sorpresa me dio tanto placer como su cuerpo. Su espíritu era tan potente que fue capaz de invertirnos de lugar como si siempre hubieramos estado de esa manera. Dejé la falsa ilusión del lecho y destrabé ese último asidero real. Estabamos enlazados uno al otro, lo que en la realidad hubiera sido carne, era esencia aquí. Parecía que estabamos de pie en el etér o en el vacío simplemente. Rozandonos freneticamente. Me acerqué a su oido, usando el climax para tenerla más cerca, sus mordidas eran deliciosamente salvajes.
-Todo el poder que te prometí, está aquí.-
Me lancé a disfrutar del climax mientras caíamos en la nada, sumidos en un paroxismo lujurioso. El poder era lo que la simiente humana era sobre el final del coito. Me avine en su interior, desgarrando el aire con mis gritos. Temblando con furia, era necesario, pero no me gustaba perder tanto el control.
Me aferre de sus labios, al mismo tiempo que gritaba. El orgasmo fue tan explosivo para mi, y agotador, como sorpresivo para ella.
Con las pocas fuerzas que me quedaban, volví a generar la ilusión de su cama y la dejé allí. Agotada y llena, con mi poder.
Satán
Soy Astaroth, soy Belial, soy Lucifer. Soy tu hombre, soy tu chulo, lo que quieras tu."

"Me sentía satisfecha pero agotada como si hubiera usado laran por 2 días seguidos sin descansar. El ya no estaba o no lo podía ver...Realmente no importaba, la maldita estaba suelta y tenia que volver a la torre.
Mi ropa estaba desgarrada sonreí con lujuria, ahora entendía a las sacerdotisas que se encerraban con otras y no se dejaban ver hasta el amanecer.
Sibila Tenebris.

Benditos aquellos que usan el poder de la locura, no son consumidos por ella..."

Los siguientes son dos posts más que funcionan como epílogo a esta historia y enlazan con la de "La Maldita", escritos por Sibila Tenebris en el panel de Taranis:

"Llegue a las puertas del castillo de mi padre, el caos reinaba al parecer la maldita había tomado a mi hermana Nakeisha como conductor.
No podía creerlo, ella no tenia laran alguno, tal vez era débil y eso la hacia una de sus mejores posibilidades. Camine por los pasillos sin encontrar a nadie, saque mi piedra y trate de encontrar a Aradia pero el lugar estaba sumido en una niebla muy densa.
Sibila Tenebris.
Benditos aquellos que usan el poder de la locura, no son consumidos por ella..."

"Sentí el poder moverse, nunca estuvo allí. Me enfurecí ente mi estupidez, salí corriendo del palacio en su busca.
Cerre mis ojos, el punto rojo se movía... un lugar lejano, desconocido pero con poder. Tome uno del caballos de mi padre y con las alforjas llenas de comida.
Mire atrás la fortaleza de mi padre ahora lo sabia, yo no pertenezco aquí, nunca fue mi hogar. Simplemente me fui, tal vez regresaría...Tal vez.
Sibila Tenebris.
Benditos aquellos que usan el poder de la locura, no son consumidos por ella..."


Fantasias pervertidas de ayer y hoy presentó...

sábado, julio 21, 2012

Llegando a la zona de sombras, tercera parte.


Tercera parte del relato del Medievo, entre Sibila Tenebris y Sathanas, preludio a la saga de Sharra, la maldita:

"Ella accedía al trato, eso me complacía sobremanera. Nada hubiera sido más molesto que un histeriqueo de duda. Ella sabía lo que quería y yo también, deseaba su carne. Pero mientra no tuviera un cuerpo, solo podía tocarla en espiritu.
Seguí "acariciando" su esbelto cuerpo, sus pechos turgentes. Toda ella era tan deseable.
-No debes preocuparte por eso. Para cuando terminemos esto, tendrás el máximo poder al que podrías acceder, por lo menos hasta que te enfrentes con ella. En ese instante tendrás el poder para contener y doblegar a la "Maldita". Tu hermana ya ha sido dominada por ella, pero solo tu tienes el poder para vencer.-
Besé su cuello, a cada pausa. Seguí bajando nuevamente, para detenerme en la unión de los pechos. Ella gemía deliciosamente, sus sentidos en este plano estaban amplificados.
-Ya tienes mucho poder, yo te daré lo que falta. Eres más fuerte de lo que piensas y muy capaz A cambio de eso, solo debes entregarte a mi, dejarme unir a ti en este plano. ¿Que dices a eso? ¿Te parece un precio demasiado alto?-
Como para que no se arrepintiera en el último segundo rocé con mis dedos por su espalda y besé un hombro. La deseaba, con ansia. Quería sentir su carne, pero por ahora, otra cuestión era requerida.
Satán
Soy Astaroth, soy Belial, soy Lucifer. Soy tu hombre, soy tu chulo, lo que quieras tu."

"Las palabras de la voz llegaban a mi pero carecían de significado, todo mi cuerpo hervía y deseaba mas.
Gemí bajo su influjo, me pedía que aceptara_ Si, quiero...Pero quiero tu nombre_Dije gimoteando por sus caricias, el calor pegajoso y su respiración...
Mordí su piel, su sabor lleno mi boca. Descubrí que era tan sensible como yo, quería que me enseñara cosas, quería aprender...
El no era un hombre común, eso era lo que mas me gustaba.
Sibila Tenebris.
Benditos aquellos que usan el poder de la locura, no son consumidos por ella..."

"Ignoré su pedido completamente. Concentrandome en el valle de sus pechos para hacerla olvidar de su idea. Seguí besando esa zona hasta que me tomó del rostro y buscó mis labios. Su beso fue de desesperación, parecía como si con el saciara una sed que no calma ningún tipo de bebida. Ella lo sintió una conquista. Era un río caudaloso que surgía sin freno ni cauce, explorando cada rincón donde pudiera filtrarse. Volví sobre sus pechos, besando cada ladera, ella abrió las piernas un poco más y enredó sus dedos en mi cabello. Manojos de caricias que luego bajaron hasta mi cuello y se detuvieron sobre mis hombros. Se quitó la mata escarlata de un hombro, dejandolo descubierto, yendo yo el deseoso de morderlo.
La sacerdotisa leroni era un convulsivo cuerpo que requería de atención. Virginal, pero apasionadamente deseosa. Que gusto que no fueran como las de otros reinos, sacerdotisas virgenes por falta de otras oportunidades.
Con mis dedos arranqué la prenda que sujetaba sus pechos y la rompí hasta ver todo su cuerpo. Ella gimoteó de la sorpresa y cubrió su desnudez. No iba a seguir adelante si no le daba lo que quería. Mi nombre, mi identidad. Como si eso fuera a darle poder sobre mi! Ilusa! Con un gesto mío su falda había dejado de estar allí. Sujetó mi cuerpo con sus muslos como una pinza y me dejó allí, sólo un momento. La tomé de las rodillas, liberándome. Presión sobre el centro de su monte de venus. No estaba dispuesta a dar todo sin premio, más de lo que ya ofrecí. Era un tanto insaciable mi bella flor malvada. Bien, eso se sentía mejor.
-Podría citarte muchos de los antiguos nombres, pero muchos me conocen como "el adversario". Supongo que esa referencia para una tarana, que no profesa la fe cristiana, no significa nada.-
Satán
Soy Astaroth, soy Belial, soy Lucifer. Soy tu hombre, soy tu chulo, lo que quieras tu."

"Sus caricias hacían que perdiera el control, todo en la habitación se volvía borroso, la ilusión creada se desasía bajo las olas de mi poder desatado.
Arañe su espalda para apurar lo que sea, mi cuerpo pedía algo con urgencia. Abrí las piernas y abrace su cintura, no se me iba a escapar...
_El adversario...Por mi esta bien_Dije casi ronroneando en su oído.
Sibila Tenebris
Benditos aquellos que usan el poder de la locura, no son consumidos por ella..."


El próximo capitulo será el desenlace de este relato erótico del Medievo.
Fantasias pervertidas de ayer y hoy presentó...

martes, julio 17, 2012

Llegando a la zona de sombras, segunda parte.

Segunda parte del relato entre Sibila y Sathanas, publicado originalmente en el foro Medievo, su encuentro en el plano astral.
"Ella no parecía tan predispuesta como otras personas a dejarse cautivar por la ilusión. Su mente desconfiaba inconcientemente de lo que "veía". En su cabeza me daba forma humana, una que le resultaba asimilable y atractiva. Eso estaba bien. Me "miré" a mi mismo, no estaba desilusionado. He usado muchas formas, esta también me era particularmente placentera a mi.
Me acerqué, flotando-caminando por la habitación. Ella se removió entre las sábanas, como si yo fuera un intruso inesperado. La bruma se hacía más espesa a mi orden. El éter se convertía en realidad a la orden de nuestras mentes. Ella solo me veía cuando estaba muy cerca, aun estaba aferrado al estado del sueño. Susurré cerca de su oído, rozando su piel por la cintura.
-Mi hermosa flor del mal, no te asustes, vengo a concederte tus deseos más malignos. El poder que tengo para entregarte requiere de un precio.-
Satán
"Soy Astaroth, soy Belial, soy Lucifer. Soy tu hombre, soy tu chulo, lo que quieras tu."

Trate de zafarme de su toque pero no podía, algo me decía que no iba salir rápido de ese problema.
_¿Por que?_Pregunte el precio era algo secundario, por que un ser como este me ofrecía algo? No era humano, eso solo confirmaba que estaba cerca del mentado volcán de Antumbra.
Mi deseos, eran muchos y sin embargo con el poder que tenia ni siquiera había podido llevarlos acabo.
_Cual es el precio?_
Sibila Tenebris
Benditos aquellos que usan el poder de la locura, no son consumidos por ella...

Su pecho subió y bajó de agitación, pese a que no era necesario en este plano de realidad. Mis manos comenzaron a rozar sus pechos, acercandose lentamente.
-Quiero que me des parte de tu energía, eso será suficiente.-
Con una energía semejante, como la que esta mortal podía brindarme de una sola vez, podría estar más cerca de adquirir forma y no tendría que ser más un espectro sin forma en un caluroso y podrido volcán. Me arrodillé a su lado, alejando mis dedos de su piel.
-Eres hermosa, tu esencia es hermosa, mi flor del infierno. No hay otra cosa que desee más que tenerte. Pero tu entrega, debe ser voluntaria, no puedo poseerte contra tu voluntad. Eso no me interesa y tampoco funcionaría. Debes darte a mi, con total entrega.-
Ansia, ardor. En mi interior, un torbellino se agitaba, deseaba tenerla como fuera. Pero si ella no accedía no solo no saldría nada como esperaba, sino que el mundo peligraba.
-¿Deseas el poder? Lo necesitarás para la vencer a la maldita que ha despertado. ¿Conocés bien a la Maldita? ¿No es así?-
Satán
"Soy Astaroth, soy Belial, soy Lucifer. Soy tu hombre, soy tu chulo, lo que quieras tu."

La maldita?! mi corazón tembló, no... No era cierto, era imposible.
Pero la mirada de el siguió fija en mi, decía la verdad y me daba miedo. Su rostro invitaba a besarle, estudiarlo, acariciarlo...
_Se que es, pero yo..._Me costaba en el alma decir esas palabras_No soy capaz, mi fuerza no es suficiente_ Esquive su mirada con vergüenza, yo la débil, la flor dañada...
Sus manos indiscretas se metían en mi camisón querían arrancarlo, eso me gustaba.
_Quiero_Suspire al descubrir su boca comiendo de mi pecho_Lo quiero TODO!_ Gemí clavandole las uñas. Su saliva aunque no era real, la sentía en mi piel como la miel al sol.
Sus manos me sujetaban por si me arrepentía, me reí sonoramente ante eso...
Sibila Tenebris
Benditos aquellos que usan el poder de la locura, no son consumidos por ella..."
Fantasias pervertidas de ayer y hoy presentó...

sábado, julio 07, 2012

Llegando a la zona de sombras, primera parte.

Relato perteneciente al Medievo, escrito entre los personajes Sibila Tenebris del reino de Taranis y Sathanas, el ya conocido diablo.
"Después de recorrer tanto como pude, la zona de las sombras estaba adelante mio...No había palabras para describir su belleza y sus peligros.
El paisaje se transformaba a mi paso, mi corazón pedía que la voz estuviera ahora!
Por que pedís eso?? pregunte a mi corazón ofuscada.
Por que si, dijo tímidamente.
No lo entendía, me negaba a entenderlo...NO NECESITO ESO! reprendí a mi corazón, órgano idiota!
Una risa lejana, adelante tenia un laberinto de piedra... Y la risa seguía llamándome...
Ven dulce flor, dijo la voz. Esa voz que me guiaba.
Corrí a la entrada, desesperada le gritaría que se fuera no lo necesitaba, no quería verlo...
Sibila Tenebris.
Benditos aquellos que usan el poder de la locura, no son consumidos por ella..."

"Una luz nueva brilla en el plano astral. Una hermosa esencia vital ha surgido. La estudio de lejos, es una bella flor, en el jardín de las delicias. Debo asumir otra forma para acercarme. Ella puede brindarme la solución al tema que nos preocupa actualmente. Tiene el potencial para sobreponerse a ese poder maligno que acaba de despertar, el duelo puede ser interesante. Pero si, es su belleza lo que más me atrae, la belleza de su poder.
-Ven, dulce flor.-
Satán
Soy Astaroth, soy Belial, soy Lucifer. Soy tu hombre, soy tu chulo, lo que quieras tu."

"La única forma de llevar esto es de a poco. Primero debe ver algo conocido, luego ir mostrando más y más de este plano. El problema en ello reside en que el plano astral es mutable, se mueve, no tiene coherencia como el material. Aquí rigen otras reglas. Los mortales dificilmente pueden perder la costumbre de arraigarse a la realidad. Por eso, debo crear una ilusión para que se vea inmersa en un ambiente conocido y luego ir difuminandolo hasta que observe como es verdaderamente el plano astral.
Por otro lado, voy a tener que tomar otra forma, o no me prestará la más mínima atención. Quizás apelando a su líbido. Mmmm, sacerdotisa leroni. Hacen voto de cerrar las piernas, por todos mis nombres! ¿Porque siempre tienen que hacer esas imbecilidades? Bueno, me gusta romper esa reglas especificamente, sobre todo esas. Bien, si en el plano astral puede atraerla y poseerla, quien sabe en el material.
Concentración, retoque de las particulas de "saha", creando ambienta, mutando de simple humo y reflejos a decorada realidad escenostatica. Apelo a lo que es más simple, el último ambiente que estaba observando. En este caso, su dormitorio, ya que en este momento, se encuentra durmiendo en su plano de la realidad. Su mente permanece más en el mío que en el de ella. Recostada sobre la cama, con sus cabellos esparcidos como ríos de sangre sobre las sábanas. Esto será más interesante y placentero de lo que pensé en un primer momento.
De la niebla mental se forma mi mano y toma su hombro derecho, aunque nada de esto existe verdaderamente. Pero.... bien. ¿Por qué ponernos técnicos?
-Vengo a verte, mi flor maldita, mi bello guantelete de destrucción. Te necesito, el mundo te necesita. Tengo poder que ofrecerte, y te lo daré con mucho placer.-
Satán
Soy Astaroth, soy Belial, soy Lucifer. Soy tu hombre, soy tu chulo, lo que quieras tu."

"Abrí los ojos, mi habitación... mi habitación? No, eso no era posible estaba en el plano astral, la voz me llamaba. Las paredes de piedra se desdibujaban como si estuvieran hechas de humo, una luz rojiza me llamo la atención...
_NO!_ Chille, el dolor fue repentino, un poder se libero de sus cadenas doradas, algo que desconocía...Y la voz parecía tomar forma pero aun no era definida.
Sentada en la cama, pude verlo con claridad. Era él, eso me asustaba pero quería que me hablara, susurrara mi nombre, tocarlo saber que era...
Sibila Tenebris.
Benditos aquellos que usan el poder de la locura, no son consumidos por ella..."
Fantasias pervertidas de ayer y hoy presentó...

martes, julio 03, 2012

Wollt ihr das bett in flammen sehen.

Especie de epílogo a la historia de Dolche e Ichinén, protagonizado por Lady Engel de Taranis:
"El lugar, un cuarto. Desconocido para mi. Allí, un hombre y una mujer, besandose apasionadamente.
"-Si deseás dejar esto y parar ahora, es el momento.-le dijo él, mirandola fijo a los ojos.
Por toda respuesta ella lo besó hondamente. El respondió a su beso. La abrazó y se detuvo en su cuello, mordiendo ligeramente, muy suave."
La atrajo hacia él, con delicadeza pero firmemente. Mordiendo sus labios un instante. Se acostó en el lecho y ella se inclinó sobre él.
Esto no estaba sucediendo, no era real, no era real, no. Sentía ahogo, como estar encerrada dentro de mi cuerpo. El hombre y la mujer se removian en el tálamo, sus cuerpos agitados, sudorosos. Luego, imagenes y sensaciones a futuro. Como si estuviera resumiendo lo que sucedía a continuación. Deseo, lujuría, amor, sensualidad.
Desperté, agitada y sudada pero inmovil. Una exhalación escapó de mi cuerpo mientras vislumbraba el cielorraso. Ese hombre de nuevo. Había soñado de nuevo con él. No conocía a la mujer, pero el hombre era el de mi sueño anterior, acompañado por un gato. Era un sueño de larán este también, sin duda, como me había dicho Aradia. Lo sabía porque no solo presencié todo como si estuviera allí presente, también compartía sus sensaciones. Su deseo y su pasión se me habían contagiado. Me sentía muy extraña, conmocionada por la visión, inundada por el torbellino de sensaciones. Me mantuve inmovil en la cama. Las imagenes y sensaciones se negaban a abandonarme. Mi mano descendió por mi vientre. Debía encargarme de estas sensaciones ajenas, quitarlas de mi. Un dedo rozó mi pierna y me electrizó. Me concentré tanto en el hombre como en la mujer. ¿Quienes eran ellos? Y lo que eran preguntas más importantes. ¿Existían realmente? ¿Por que yo tenía esas visiones? Mientras, más recreaba en mi mente las imagenes, más fuerte se volvían. Estaba al borde del ansia, entrecortadas inspiraciones. Un afán creciente, un anhelo, un apetito, un capricho. Con empeño y antojo, pasión.
Mi cuerpo apenas se agitó, la conmoción se esfumó, calmandome en parte. Todo eso, me había dejado agotada, recién despierta. El uso del larán aunque fuera involuntario, ahora me exigía alimentarme para reponer fuerzas. Las imagenes se diluyeron en pocos segundos, perdiendo densidad, como la niebla en la mañana.
Sin aliento, me senté. Revolví mis cabellos, entrelazandolos con mis dedos. Pasado el sopor, me invadió la intriga. Solo un poderoso laranzu podría inducirme esas imagenes, pero ese hombre no era tarano y se notaba. La mujer tampoco, ni parecía leroni. No deseaba molestar a Aradia con mis sueños por segunda vez. Debía enfrentar esto sola y seguir mi camino al encuentro con los reinos foraneos.
Lady Engel, archiduquesa de Ephira.
Erst wenn die Wolken schlafengehn, kann man uns am Himmel sehn, wir haben Angst und sind allein"

Fantasias pervertidas de ayer y hoy presentó...